Con la llegada de las nuevas tecnologías y, en especial, del análisis de datos, se destacó la importancia de la seguridad en la red. Con el incremento de los delitos informáticos, además, la informática forense se encuentra en pleno auge. Es una disciplina compleja, de la que forma parte tanto la normativa legal como la investigación criminal.
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¿Qué es la informática forense?
Hoy en día tenemos a nuestra disposición una serie de herramientas que protegen nuestra información personal en la red. Antivirus, software variado de seguridad y otro tipo de sistemas informáticos. Todas estas alternativas forman parte de una disciplina que conocemos como informática forense. Esta se encarga de adquirir, preservar y proteger datos procesados de forma electrónica y almacenados en un medio físico. Los sistemas de información son investigados, de forma periódica, para detectar cualquier pequeña vulnerabilidad que pueda poner en peligro la enorme cantidad de datos que se procesan y almacenan cada segundo.
El carácter de la informática forense es preventivo. Mediante diversas técnicas, prueba que los sistemas de seguridad implementados son los adecuados. Además, también se encarga de elaborar las políticas de seguridad y de definir qué sistemas son los idóneos para cada caso.
La informática forense es una ciencia indispensable para todas las empresas, pues garantiza que la información confidencial y los datos de todas las personas que interaccionan con la compañía estén debidamente protegidos y fuera del alcance de los delincuentes de la red.
¿Qué conocimientos debe tener un informático forense?
El primer paso para realizar un análisis forense es la recuperación de datos, por ello es muy importante contar con las herramientas necesarias para poder recopilarlos todos. La informática forense está muy ligada a la comisión de delitos, por lo que se debe conocer la legislación vigente al respecto.
El profesional que se dedique a la informática forense debe conocer las diversas metodologías de análisis forense, así como la larga serie de procedimientos forenses y legales implicados en la seguridad de la red.
Para realizar dichos procedimientos, es necesario que los profesionales cuenten con un laboratorio forense equipado con todas las herramientas necesarias. Desde máquinas virtuales a servidores y hardware de adquisición de datos y almacenamiento, entre otros. Tienen que conocer al detalle los sistemas operativos que existen, por ejemplo Windows, Linux y Mac; así como los diversos tipos de redes existentes: ADSL, WLAN, 3G, Bluetooth, etc.
Por otro lado, la gestión de evidencias digitales es un aspecto importante que contribuye a la investigación y al posterior análisis. Los soportes que pueden contener dichas evidencias son tarjetas SIM de móviles, discos duros y archivos informáticos de todo tipo, entre otros. Además, cada sistema de ficheros, lo que conocemos por FAT, NTFS o ext4, tiene una estructura determinada. Conocerlos todos es fundamental para poder recuperar información y extraer la mayor cantidad de datos posible. La memoria RAM y los datos volátiles que desaparecen al apagar un equipo también son un foco importante de datos útiles. Por ejemplo, nos ayuda a detectar malware o las contraseñas de sitios web contenidas en el interior de la memoria. En los logs, además, podemos encontrar huellas de todas y cada una de las acciones que realizamos en la red.
El listado de herramientas y procedimientos que se deben conocer es muy extenso y exhaustivo. Además, dada la naturaleza de esta disciplina, es muy importante que los profesionales de esta rama se mantengan constantemente actualizados.