Cada vez más empresas confían el proceso de selección de personal a profesionales especializados. El reclutamiento de nuevos talentos es clave para encontrar a los candidatos perfectos y obtener una plantilla lo más eficiente posible. En este post te explicamos qué es y qué fases conforman la captación de talentos.

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¿Qué es un proceso de selección?

El proceso de selección es, tal y como nos indica su nombre, una serie de pasos mediante los cuales encontrar al candidato perfecto para una empresa. Para poder dar con el trabajador ideal, deberemos realizar una serie de pruebas y entrevistas enfocadas a responder una sola pregunta: ¿tiene todo lo que necesitamos?

Realizar el proceso de selección de candidatos de forma adecuada no es una tarea sencilla, por supuesto. Por este motivo, existen especializaciones dedicadas exclusivamente a profundizar en esta área. Y es que contratar a un mal candidato puede ser un auténtico quebradero de cabeza… ¡y el candidato adecuado puede salvar el día!

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¿Cuáles son las fases de un proceso de selección de personal?

Para encontrar a nuestro trabajador ideal debemos llevar a cabo un proceso de selección, durante el cual podremos descartar los perfiles que no encajen con lo que estamos buscando. Para llevarlo a cabo de forma exitosa, deberemos seguir los siguientes 10 pasos:

1. Identificar nuestras necesidades

¿Qué puesto de trabajo queremos cubrir? Toda búsqueda de candidatos se basa en satisfacer una necesidad. Tener claro este primer paso es fundamental, puesto que sentará las bases de todo el procedimiento. Debemos identificar qué es lo que necesita la empresa y detallarlo de forma concreta.

2. Buscar candidatos

Cuando ya hemos determinado qué es lo que precisa la empresa, pasamos a la búsqueda de los mejores candidatos. El objetivo es contar con un abanico de opciones adecuadas. Para lograr hacerse con los perfiles que más encajan con la empresa, hay una serie de métodos de reclutamiento:

  • Publicar una oferta en los medios de comunicación tradicionales.
  • Buscar a los candidatos específicamente a través de las redes sociales.
  • Reclutar directamente en centros de estudios y formación profesional.
  • Publicar una oferta en los distintos portales web de búsqueda de empleo.

3. Hacer una preselección

Una vez nos hemos “abastecido” de una amplia variedad de candidatos que se ajustan al perfil que buscamos, toca escoger. En este punto, los profesionales de recursos humanos deben valorar cada candidato de acuerdo con sus habilidades, experiencia y soft skills.

4. Probar las habilidades de los candidatos

Esta es la forma más adecuada de verificar las habilidades de una persona. Según cuáles sean las necesidades de la empresa, la prueba tendrá un enfoque u otro. Dentro de las pruebas podemos encontrar preguntas técnicas, test, juegos de habilidad, redacción… Cualquier técnica que permita determinar la habilidad de la persona para desarrollar la que en un futuro será su función.

5. Entrevistar a los candidatos

La entrevista de trabajo es la fase más importante de todo el proceso, donde empresa y aspirante se encuentran cara a cara. Cada respuesta, gesto, palabra… todo cuenta. En este sentido, siendo especialistas en recursos humanos se debe tener en cuenta cuáles son las nuevas tendencias de reclutamiento y beneficiarse de los conocimientos que aportan el estudio de la comunicación no verbal y la programación neurolingüística, a fin de conocer en profundidad al empleado a contratar.

6. Valorar las opciones y tomar la decisión final

Una vez terminada la primera fase del proceso, toca tomar una decisión. Si lo hemos hecho bien, esta no va a ser difícil y pronto incorporaremos a nuestra plantilla a un nuevo profesional cualificado y listo para la acción.

7. Contratar al mejor candidato

En esta fase, la empresa comunica al candidato la decisión final y se desarrollan los procesos contractuales, legales, etc. Resulta fundamental dejar claras las condiciones del puesto de trabajo y, por supuesto, la conveniencia de cada una de las partes para comenzar una nueva relación laboral.

8. Incorporarle al puesto de trabajo

Seguro que pensabas que el proceso de selección se terminaba con la firma del contrato, ¿verdad? No eres el único. Muchos subestiman esta parte del proceso, cuando no debería, ya que es igual de importante.Y es que este acompañamiento es clave para que el trabajador se sienta arropado y bien integrado. 

En esta fase se presenta al nuevo trabajador a sus compañeros, enseñándole las oficinas en las que trabajará y las rutinas que hay durante la jornada laboral… En este sentido, es importante cuidar la presentación y generar un ambiente relajado, lo cual también contribuye a generar la motivación del personal en general.

9. Formar al empleado

Aunque hayamos dado con el candidato adecuado, será necesario realizarle una formación para introducirle a los procesos de la empresa, las rutinas de trabajo concretas y los distintos programas o plataformas empleadas para el desarrollo de su trabajo. Una buena capacitación permite evitar futuros problemas y contratiempos.

10. Realizar un seguimiento de sus progresos

Esta última fase es la más larga y también la definitiva. El objetivo es conocer el rendimiento del empleado, cómo se ha adaptado a la empresa y el feedback que puede ofrecernos. Asimismo, deberemos tener en cuenta la opinión de sus compañeros, que podrán dar una visión sobre cuáles son sus progresos.

¿Te interesaría formar parte del proceso de selección de personal? Si consideras que tienes un don para encontrar nuevos talentos, ¡estudia recursos humanos y desarrolla tus habilidades para sacarles el máximo partido!