Para formalizar un acuerdo de alquiler entre propietario e inquilino es necesario establecer una serie de condiciones y todas ellas vienen recogidas en lo que se conoce como contrato de arrendamiento.
En este artículo, te explicamos todo lo que debes saber sobre los acuerdos de arrendamiento; cuánto duran, qué tipos hay y qué cláusulas deben haber en un modelo de contrato de alquiler. ¿Tu objetivo es obtener un conocimiento experto en la tramitación de arrendamientos urbanos? Adquiere la capacitación que necesitas con el máster en gestión inmobiliaria y desarrolla tu carrera en el sector del Real Estate.
Índice de contenidos
¿Qué es un contrato de arrendamiento o de alquiler?
Un contrato de arrendamiento o contrato de alquiler es un acuerdo entre propietarios e inquilinos para establecer el uso y disfrute de una propiedad a cambio del pago de una renta mensual y durante un periodo de tiempo determinado.
En un contrato de arrendamiento intervienen siempre dos partes:
- Arrendador: el propietario del inmueble que cede la utilización del mismo al arrendatario o el inquilino.
- Arrendatario: el inquilino que está interesado en alquilar el inmueble al propietario pagando la correspondiente mensualidad.
¿Qué duración tiene un contrato de alquiler de vivienda?
Si hablamos de un contrato de alquiler de vivienda sencillo y tradicional, es decir, de uso habitual, según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), actualmente la duración mínima es de cinco años en personas físicas y de siete años en personas jurídicas.
En el caso de que se aproxime la fecha de vencimiento del contrato de arrendamiento y ninguna de las partes haya notificado a la otra la intención de no renovarlo (con cuatro meses de antelación el arrendador y dos meses antes el arrendatario), el acuerdo se prorrogará de forma automática durante tres años más (tras los cinco años iniciales).
¿Qué ocurre entonces si el inquilino desea marchar de la vivienda antes de los tres años? Siempre que hayan transcurrido seis meses mínimo tras la formalización del contrato de alquiler, y avisando un mes antes, el arrendatario tiene derecho a abandonar el inmueble, aunque en la gran mayoría de casos deberá indemnizar al propietario. En cambio, si la rescisión del contrato se produce a partir del año, el inquilino no estará obligado a realizar ninguna compensación.
Tipos de contratos de alquiler
Más allá del clásico alquiler de una vivienda de uso habitual que todos conocemos, existen diferentes tipos de contrato de arrendamiento:
- Contrato de alquiler de vivienda habitual: el inquilino permanece en el inmueble durante un largo periodo de tiempo hasta un máximo de 5 años prorrogables acorde a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
- Arrendamiento con opción a compra: implica un contrato de compraventa y otro de alquiler de vivienda habitual. En el acuerdo se especifica el importe mensual a pagar, el coste de la vivienda y la cuantía de la rebaja que se realiza si finalmente se compra el inmueble.
- Contrato de alquiler turístico. También conocido como contrato de alquiler vacacional, tiene una duración máxima de un mes.
- Arrendamiento social. Se trata de un contrato que regula el alquiler de pisos ocupados por colectivos en riesgo de exclusión social durante máximo dos años prorrogables.
- Contrato de alquiler temporal. Se trata de un contrato de arrendamiento que dura un año como máximo, por lo que suelen aplicarse en los casos en que inquilinos requieren un inmueble a lo largo de un periodo corto de tiempo, como personas que viajan por trabajo, estudiantes o extranjeros.
- Arrendamiento por habitaciones. Es el alquiler de una habitación dentro de un inmueble con derecho a utilizar las zonas comunes de la vivienda.
- Arrendamiento de locales. Se refiere al contrato de alquiler por el que se cede el uso de un local a cambio de una cuota específica y en un tiempo determinado.
¿Qué debe contener un modelo de contrato de arrendamiento?
En general, hay una serie de elementos que un acuerdo de alquiler debe contener. Si nos centramos en un modelo de contrato de alquiler de vivienda, las partes que deben estar en un contrato de arrendamiento son la siguientes:
Datos del arrendador (propietario) y el arrendatario
En este caso se especifica la información personal de ambas partes implicadas, así como el uso que se le va a dar al inmueble (vivienda, comercial…).
Información sobre el inmueble
La dirección de la vivienda y todos los detalles relacionados con la distribución y número de habitaciones, si incluye plaza de garaje o trastero, los metros cuadrados… En definitiva, todos los datos relacionados con la identificación del inmueble que se alquila.
Inventario de la vivienda
Se detallarán los muebles y objetos que haya en el piso o la casa al alquilarse, dejando constancia del estado del inmueble.
Duración
Se debe establecer el periodo de tiempo en que el inquilino permanecerá en la vivienda, lo cual, como hemos visto, variará en función del tipo de contrato de alquiler.
Renta
Deberá quedar reflejado el importe que el inquilino deberá pagar al propietario cada mes y, además, la fecha en la que se realizará el pago.
Gastos de mantenimiento
También se deben apuntar la distribución de los gastos del inmueble, así como las tasas de agua y basuras.
Fianza
Es la cuantía que el arrendatario (inquilino) debe pagar al arrendador (propietario) como garantía de cumplirse con las condiciones del contrato. De acuerdo a lo que establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (artículo 36), se abonará la parte equivalente a una mensualidad si se trata de una vivienda de uso habitual y dos mensualidades en el caso de darse un uso distinto al inmueble.
Fecha y firma del contrato de alquiler
Ambas partes implicadas, arrendador y arrendatario firmarán el documento indicando el día, mes y año en que dan por cerrado el acuerdo.
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