El director de hotel es una de las figuras más importantes dentro del sector del turismo y el ocio. Aunque este se trata de un ámbito que abarca gran cantidad de negocios de índoles muy diversas, los hoteles siguen siendo una figura clave del sector turístico. Ello conlleva que se precisen profesionales con formación multidisciplinar y con cualidades que son esenciales para una buena dirección hotelera. Esta profesión siempre requiere personas cualificadas y versátiles.
Si te interesa el mundo de la dirección hotelera, te presentamos a continuación las aptitudes que debe tener un buen director de hotel.
Índice de contenidos
1. Organización
Esta cualidad debe ser inherente en todos los profesionales que se dedican a la gestión. Un director de hotel necesita manejar los distintos departamentos. Tiene que estar alerta con los múltiples factores externos e internos que interfieren en el funcionamiento de su empresa. Personal, proveedores, clientes, mercado, acontecimientos de la zona, colaboraciones, reputación de la marca, etc. Los agentes y áreas que afectan a la actividad diaria son muchos y muy diversos. La organización es clave para poder afrontar el día a día y, sobretodo, para poder adelantarnos a los imprevistos o solucionarlos.
2. Capacidad para gestionar el personal del hotel
El personal hotelero suele ser una plantilla extensa. Para poder prestar todos los servicios que se ofrecen a los clientes, se necesitan profesionales cualificados de distintos sectores que puedan cubrir sus necesidades. El encargado de gestionar la plantilla debe ser una persona empática. Debe conocer y valorar el trabajo y el esfuerzo realizado por el resto para poder distribuir de forma inteligente las tareas y los cargos en función de la valía de cada uno. Una gestión eficaz del personal es el pilar para que todo fluya positivamente y todos, empleados y huéspedes, se sientan cómodos y bien atendidos.
3. Enfoque hacia la atención al cliente
Sabemos que, a grandes rasgos, el objetivo principal es que la ocupación hotelera sea lo más próxima posible al 100%; sobretodo en las épocas que se denominan de temporada alta. Por este motivo, un director de hotel debe estar siempre enfocado a la atención al cliente. El registro y gestión de los requerimientos de los huéspedes es una de las principales actividades de su día a día. Las reclamaciones y preocupaciones de las personas alojadas en su establecimiento deben ser tratadas con comprensión para demostrar que se ofrece una atención de calidad.
Un buen directivo hotelero debe ser capaz de anticiparse a las necesidades de sus clientes, por eso es importante analizar que tipo de huésped se aloja habitualmente en sus habitaciones y conocer que requerimientos pueden surgir para ofrecer los servicios adecuados.
4. Habilidades comunicativas del director de hotel
Como hemos podido comprobar con las anteriores aptitudes, la principal función del director es, en general, gestionar personas. Para ello es necesario ser muy hábil en el ámbito de la comunicación. Leer, escribir, hablar correctamente y con fluidez en varios idiomas es vital para este tipo de directivos. Su puesto de trabajo, además de necesitar dotes de relaciones públicas, requiere capacidad de análisis para estudiar los resultados del negocio, presentar informes y hablar en público sin problemas.
5. Dominio de la gestión hotelera digital
Actualmente el sector hotelero tiene que lidiar con las opiniones de los clientes registradas en portales de servicios turísticos, foros de viajeros, redes sociales, etc. El ámbito digital repercute, y mucho, en la reputación de la empresa. Es vital gestionar todas las valoraciones, positivas y/o negativas, para que una herramienta tan potente no se convierta en un problema.
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